América Latina debe explotar mejor sus recursos para un mayor desarrollo. Diario Libre, Economía, EFE, Montevideo (13/05/2017)

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Los países de América Latina y el Caribe deben mejorar la explotación de sus recursos naturales no sostenibles para conseguir un mayor desarrollo y maximizar sus beneficios, según un reporte de la Red Sudamericana de Economía Aplicada (Redsur).
 
El reporte, que hace un diagnóstico sobre recursos naturales y desarrollo para América Latina y el Caribe, apuntó en su edición 2016-2017 a analizar cómo la región administra sus recursos naturales, así como los desafíos que debe enfrentar en adelante.
 
Dicho estudio, que abarca datos de 22 países de la región y estudios de caso de Argentina, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y Trinidad y Tobago, se centra en vincular las ganancias generadas por las industrias extractivas (minería, extracción de petróleo) con los procesos de desarrollo sostenible e inclusivo.
 
Uno de los coautores del reporte, el investigador argentino de Red Sur Ramiro Albrieu, explicó a Efe que, si bien no son recursos renovables y tienen un impacto ambiental negativo, el producto de las industrias extractivas es para algunos países el “único camino” hacia el desarrollo.
 
Albrieu señaló que, sin embargo, ese camino es complejo ya que hay una serie de obstáculos que los países deben superar, entre los que cuenta a la denominada “maldición” de los recursos naturales, entendida como un impacto negativo de dichos recursos sobre las posibilidades de crecimiento de los países ricos en ellos.
 
Esto se debe a que, en muchos casos, los gobiernos nacionales y subnacionales de los países tienden a gastar los beneficios provistos por la explotación de los recursos en tiempos de bonanza.
 
“Las políticas públicas no logran maximizar los beneficios de los recursos naturales, muy pocos países tienen reglas sobre cuánto gastar y se gasta en el período bueno, por lo que no queda para el malo”, apuntó el investigador.
 
Asimismo, Albrieu señaló que se debe trabajar en aspectos como la transparencia y la diversificación de la productividad, que, junto a los costos industriales, es otro obstáculo en el camino hacia un uso sostenible de los recursos.
 
Con respecto a las diferencias que existen entre los países a nivel económico y social, el investigador argentino destacó que, si bien hay heterogeneidades, como la riqueza de Chile en minerales o la pobreza en ellos de países más pequeños, estas no tienen mayor impacto en cómo los gobiernos de la región afrontan estos desafíos.
 
En esa línea, Albrieu indicó que hay ciertas estrategias y políticas que se pueden llevar adelante, articulando esfuerzos públicos y privados, como es la generación de “clusters” o nexos entre proveedores de bienes y servicios.
 
En resumen, el investigador aseveró que la pregunta clave es si se pueden utilizar los recursos extractivos no sostenibles para tener países sostenibles, lidiando con factores tanto políticos como económicos, entre los que destacó la volatilidad en los precios de los bienes que producen las industrias extractivas.
 
“Apostar a las industrias extractivas como base de la integración al mundo tiene sus riesgos. Como los precios de los minerales y los combustibles es más volátil que el de las manufacturas, la macroeconomía es más volátil, por ello hacen falta políticas que lidien con esa volatilidad y suavicen la trayectoria del consumo”, concluyó.

 

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