2014
Que China es un tema de discusión entre empresarios y académicos no es novedad. Pero sí que en tan pocos días, y en ámbitos tan diferentes, ocurriera una serie de eventos dedicados a analizar el impacto de un comercio cada vez más deficitario para Argentina. Es que el superávit bilateral de US$ 1.762 millones en 2003 se transformó en un rojo de US$ 5.033 millones en 2013.
La UBA puso primera y organizó dos seminarios donde economistas, empresarios y políticos hablaron sobre el país y China. Luego, lo hizo el grupo Techint para hablar sobre las implicancias de que ese país se considerado economía de mercado. La relación bilateral dará aún más que hablar esta semana cuando la Presidenta Cristina Kirchner se reúna con el canciller chino (Ver ‘El miércoles...’).
El pasado miércoles se publicó un dato clave de la economía china: el crecimiento en el primer trimestre del año fue 7,4%, lejos del 12% alcanzado en el segundo trimestre de 2010. Luego de la caída de Lehman Brothers unos años atrás, la economía china atraviesa una transición en la busca crecer con más énfasis en la inversión y menos en el consumo.
Nadie conoce cuál será el impacto sobre el mundo y, en particular sobre la Argentina, de semejante transformación. Esta fue una de las conclusiones de un encuentro en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA tres semanas atrás. Un economista de la Asamblea Popular Nacional de China, que es doctor en Economía, reconoció allí que su país abandonó las tasas de crecimiento de dos dígitos. “El crecimiento potencial será menor en el futuro, alrededor de 6,2%”, explicó Cai Fang, uno de los 10 economistas que asesoran al presidente chino.
En 2013 China desplazó a Estados Unidos como el país con el que Argentina registra el déficit comercial más alto. El deterioro del intercambio con el Gigante sucedió a lo largo de la década pasada -ver infografía- mientras el país se beneficiaba del precio récord en los granos. Los economistas Andrés López, Ramiro Albrieu y Guillermo Rozenwurcel acaban de presentar un libro (‘Los recursos naturales como palanca del desarrollo en América del Sur’) donde, entre otras cuestiones, se preguntan si el boom de los commodities afectó negativamente las exportaciones industriales. Es que el 83% de las exportaciones argentinas a China se concentran en 5 rubros primarios. Y según un cálculo de Dante Sica, en los últimos 10 años las importaciones industriales pasaron de representar el 36% del total de las compras al exterior al 90%. El principal factor que explica ese crecimiento tiene nombre y apellido: República Popular de China. Daniel Novegil, CEO de Ternium, dice que “el desafío para la región es revertir el rojo comercial que actualmente existe con China”. Calculan que por cada millón de dólares de productos metalmecánismos importados se pierden entre 10 y 12 empleos.
“Para no primarizarnos hay que agregar más valor”, dijo el diputado Ignacio De Mendiguren (FR-Buenos Aires) luego de reunirse con autoridades de la embajada china en Buenos Aires . “No basta con ser el granero del mundo”.
Los especialistas estiman que la demanda china de productos primarios no aflojará en los próximos años. Fernando Vilella, de la Facultad de Agronomía de la UBA y organizador de un evento en el que se habló sobre el tema, estima que “Asia necesitará alimentar a 1.000 millones de personas para 2030”. Y explica que China “será el gran motor”. “Aunque no de productos con alto valor agregado”.