Integración financiera y cooperación regional en América del Sur después de la bonanza de los recursos naturales. Balance y perspectivas

2015Ramiro Albrieu, André Biancareli, Paula Cobas, José María Fanelli, Flavia Rovira

Esta publicación se realizó en el marco del proyecto “Cooperación regional para la gestión de la liquidez internacional en el Mercosur” (Regional Cooperation for International Liquidity Management in Mercosur -  INT/12/K17), financiado por el Fondo Pérez Guerrero (PGTF). Contó también con el apoyo del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, Canadá).

 

Una de las mudanzas menos estudiadas que ocurrieron junto al cambio de siglo se refiere a los rasgos de la integración financiera en los países de América del Sur. Se ha discutido largo sobre las características de la bonanza externa (tanto del lado comercial, con el boom en los precios de las principales commodities de exportación, como del lado financiero, con tasas de interés muy bajas en términos históricos) y sobre sus efectos sobre la macroeconomía, la estructura productiva, las cuentas fiscales y los avances sociales. Pero temas como las nuevas estrategias de administración de activos y pasivos de las economías de la región contra el resto del mundo, el nuevo papel del sector público al respecto, y las oportunidades de cooperación financiera que aparecen, han atraído poco o nulo interés tanto de la academia como de los hacedores de políticas. Este libro intenta aportar a esta literatura aún incipiente, repasando los hechos estilizados referidos a la nueva estrategia de integración financiera de la región y discutiendo los espacios para la cooperación financiera regional.

 

A la hora de evaluar los mecanismos de coordinación existentes entre los países de Latinoamérica, se ha hecho énfasis en la asimetría entre los países de la región, y su papel en la determinación de beneficios y los costos de coordinar. Este trabajo busca aportar a este debate, mediante la incorporación de un enfoque de redes, en el sentido de considerar adicionalmente a las características propias de cada país, los vínculos bilaterales existentes entre los mismos.

 

De esta forma, las decisiones óptimas de los países quedan determinadas no solamente por las características propias, sino que también por los efectos directos e indirectos que generan las estrategias de países pertenecientes a la red.

 

Este análisis permite derivar algunas implicaciones de política. En primer lugar, este enfoque resulta complementario al enfoque tradicional, al permitir derivar una solución de equilibrio en la cual los países encuentran incentivos a coordinar acciones a partir de su propia maximización de beneficios, sin necesidad de instaurar mecanismos compensatorios entre países pequeños y países grandes. La internalización de los efectos directos e indirectos generados a través de una red de complementariedades permite alcanzar esta solución óptima. En segundo lugar, este enfoque permite identificar a los actores clave de cada red, de acuerdo a su impacto en el esfuerzo global de todos los integrantes.

 

Cabe señalar que este modelo permite asimismo analizar vínculos más complejos, capaces de describir con mayor profundidad otro tipo de canales de conexión entre países, como ser los financieros.

 

La complejidad de las redes analizadas y la estimación de los parámetros que definen la utilidad para cada país integrante de la red constituyen motivaciones para profundizar este enfoque en futuras investigaciones.

 

Finalmente, para dar cuenta de algunas asimetrías entre los beneficios de tomar acciones de coordinación como las discutidas en este trabajo, para países grandes y chicos, se podría extender el modelo de análisis, por ejemplo mediante la adopción de dos valores, uno alto para países más chicos y otro bajo para los países del mayor tamaño en la región. 

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