¿Qué señales brindan los indicadores de expectativas para la economía uruguaya?

2012

El comportamiento de los agentes económicos se ve determinado, en gran medida, por lo que estos  esperan que suceda en el futuro. En particular, las decisiones de consumo e inversión estarán condicionadas, entre otras variables, por las perspectivas de desempeño individual y de la economía en su conjunto. En el presente artículo analizaremos las señales que brindan algunos de los indicadores de expectativas de empresarios, consumidores, y analistas sobre crecimiento e inflación, disponibles para la economía del Uruguay

Expectativas de los empresarios industriales

Las expectativas de los empresarios industriales son una variable de especial interés en función de sus efectos sobre las decisiones de inversión, producción y contratación de personal. Asimismo, se trata de agentes económicos que disponen de in-formación valiosa sobre el desempeño de las ven-tas y el mercado. En especial, el sector industrial presenta importantes encadenamientos productivos con otros sectores (agropecuario y de servicios). De aquí que el relevamiento de sus expectativas constituye un elemento clave para prever no sólo la evolución de la industria sino de los derrames hacia los sectores relacionados, y de esta forma a la economía en general.

 

 Gráfico 1.1-Ciclo del PIB y expectativas de los industriales para la economía (Ciclo en eje der.) cin1.jpg

Fuente: Elaboración propia en base a datos del BCU y CIU.

 

La Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) releva desde hace más de 10 años las expectativas de los industriales sobre la economía, a través de su encuesta mensual.  La serie que surge de ese relevamiento se contrastó con el ciclo económico del PIB uruguayo de forma de entender el vínculo de ese indicador con la variable económica real. Como puede advertirse en el gráfico 1 las expectativas de los industriales sobre el desempeño de la economía anticipa la evolución cíclica del producto con al menos un trimestre de antelación. Sin embargo, la evolución de las expectativas registra mayor volatilidad. De acuerdo al gráfico, las perspectivas de los industriales sobre la evolución de la economía parecen sobre-reaccionar a los movimientos cíclicos. Este comportamiento aparenta ser más acentuado incluso en las fases negativas del ciclo (períodos de desaceleración y recesión).

 

 Los datos relevados por la encuesta de la CIU correspondientes al mes de junio, indican una desmejora de las expectativas de los empresarios industriales, lo que confirmara la idea de que el crecimiento continuaría desacelerándose. Las expectativas de los consumidores De forma similar a lo que sucede con las expectativas empresariales, las expectativas de los consumidores dan información subyacente sobre su nivel de ahorro y consumo. Las decisiones de los consumidores en este sentido determinan el nivel de actividad de algunos sectores económicos y afectan otras variables económicas. El Índice de Confianza de los Consumidores realizado por Equipos Consultores y la Universidad Católica del Uruguay  permite aproximarse a la evolución de las expectativas de los consumidores sobre la situación económica. Este indicador (ICC) toma en consideración las perspectivas de los entrevistados para su situación económica personal, para la situación económica general y la predisposición a la compra de bienes durables. 

 

Gráfico 2- IVF del Consumo Privado e Índice de Confianza del Consumidor (var. interanual en %).

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Fuente: Elaboración propia en base a datos del BCU y UCU.

 

Como muestra el gráfico 2 la variación del índice de confianza de los consumidores por trimestre permitiría anticipar desaceleraciones y caídas en el consumo privado. Sin embargo, al igual que en el caso de las expectativas de los empresarios, las expectativas parecen sobre- reaccionar, particularmente cuando la evolución es negativa. En consecuencia, como es esperable, ante perspectivas desfavorables el consumo privado se desaceleraría, tal cual se observa en el gráfico 2.

 

Como muestra el gráfico 3 la evolución de la confianza de los consumidores y de las expectativas de los empresarios industriales sobre la economía son similares, registrando fuertes reducciones a fines de 2008 como consecuencia de la crisis internacional y recuperándose luego. Recientemente, de acuerdo a ambos indicadores, las perspectivas parecen menos auspiciosas. Sin embargo los datos del índice de confianza de los consumidores de setiembre parecen revertir esta tendencia, ubicándose en una zona de “moderado optimismo”.

 

Gráfico 3 - Índice de Confianza del Consumidor y Expectativas Económicas de los Industriales (ICC en eje izq.)

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 Fuente: Elaboración propia en base a datos del CIU y UCU.

 En suma, las expectativas de los agentes juegan un rol clave en el desempeño de la economía, permitiendo adelantar su comportamiento con algunos períodos de antelación. Asimismo, éstas no solo influyen en el comportamiento de los individuos sino también en los hacedores de políticas en la medida que estas son conocidas y  se espera que condicionen el comportamiento de los agentes.  

 

Las expectativas de los analistas

 

Por otro lado, el Banco Central releva y publica mensualmente las expectativas de analistas sobre la evolución esperada de diversas variables eco-nómicas, entre las que se destaca el crecimiento económico, la inflación y el tipo de cambio, a diferentes horizontes temporales.

 

Si bien las expectativas de los analistas cumplen un rol distinto a las anteriormente comentadas (consumidores e industriales), son un elemento importante para aproximar cual será la evolución de las variables encuestadas. Adicionalmente, como las expectativas de los agentes económicos comentadas en la sección anterior, son un insumo esencial a la hora de decidir sobre las políticas a implementar y evaluar su desempeño.

 

A continuación se presentan las respuestas de los agentes sobre el nivel de actividad. En el cuadro 1 se muestra el promedio de las expectativas de los analistas que contestan la encuesta de expectativas económicas del BCU,  la mediana, que reduce el impacto de las predicciones alejadas de la media y la proyección realizada por cinve, relevadas en el mes de octubre.

 Cuadro 1- Expectativas sobre el nivel de actividad 

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Fuente: Datos del BCU y proyecciones propias.

 

De acuerdo a las estimaciones realizadas por los analistas, se prevé que en 2012 el nivel de actividad crezca, aunque a menor ritmo que lo que lo hizo en 2011 (5,7%), siendo la mediana de las predicciones de crecimiento un 3,6%. No obstante, para 2013 se espera que el dinamismo de la actividad económica mejore levemente, alcanzando 4,0%.

 

 Gráfico 4- Expectativas de crecimiento económico para 2012 (%) cin5.jpg

Fuente: Elaboración propia en base a datos del BCU y proyecciones propias.

 

Como puede notarse en el gráfico 4 las proyecciones sobre el nivel de actividad esperado para 2012 varían a medida que se incorpora nueva información. En este caso, se constata en términos generales una reducción de las expectativas de crecimiento para 2012 con la paulatina incorporación de información sobre el desempeño económico trimestral de la economía y la evolución de sus determinantes, reduciéndose casi 2 p.p. desde que se comenzaron a relevar las expectativas para este año. 

 

Esta tendencia probablemente responda al empeoramiento del contexto regional e internacional (menos favorable y más incierto). A ello seguramente se adiciona la ocurrencia de fenómenos puntuales como la sequía que elevó los costos de la generación de energía eléctrica impactado negativamente en el nivel de actividad en los dos primeros trimestres de este año. No obstante, las predicciones relevadas en el mes de octubre registran un leve incremento en la mediana de las respuestas, tras la incorporación de los datos correspondientes al segundo trimestre del año.

 

Otra de las variables macroeconómicas sobre la que se relevan las expectativas es la inflación. En este caso el releva-miento adquiere particular relevancia dado que las expectativas de inflación son un elemento importante para la política monetaria y su transmisión. Asimismo son utilizadas en la negociación salarial de algunos sectores como referencia en la determinación de la inflación esperada en los contratos salariales.

 

Cabe destacar que se releva la inflación principalmente a varios horizontes distintos: a un mes, al cierre del año calendario, a 12 meses móviles y a 18 meses. La primera implica la previsión de la dinámica inflacionaria en el cortísimo plazo, la segunda deriva en estimaciones a diferentes pasos a medida que se avanza en el año en curso y la predicción a 18 meses es relevante en términos de política monetaria, ya que es el horizonte previsto para la misma. De todas formas las predicciones de largo plazo (12 y 18 meses) serían las de mayor importancia para la toma de decisiones a nivel empresarial ya que son tenidas en cuenta en la preparación de proyecciones y presupuestos.

 En el cuadro 2 se presentan las predicciones para octubre y diciembre 2012. 

Cuadro 2. Expectativas de Inflación, en %

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 Fuente: Datos del BCU y proyecciones propias.

 

Las proyecciones para de inflación interanual realizadas en octubre indican un crecimiento de 0,8% de acuerdo a la mediana de los pronósticos. Si bien recientemente se han implementado algunas medidas que buscan contener la inflación, la incidencia de factores internos (salarios y bajo des-empleo) y externos (precios internacionales principalmente), impulsan al alza el nivel de precios. En consecuencia, en octubre la mediana de los analistas relevados por el BCU espera que la inflación alcance 8,3% en 2012, registro apenas levemente inferior a lo registrado el año anterior (8,6%). Sin embargo se debe aclarar que los pronósticos para el mes de octubre no incorporan la información referida a los acuerdos de precios, rebajas en precios de carne y otras medidas no tradicionales para reducir los incrementos de precios en el corto plazo. Ante esto es esperable que en el mes de noviembre los analistas corrijan las proyecciones levemente a la baja producto de la incorporación de estas medidas en los pronósticos de inflación. Por último cabe señalar que este relevamiento señala que los agentes encuestados no consideran posible cumplir con el objetivo de inflación previsto en la política monetaria en todos los horizontes indagados. Esto indicaría que, de acuerdo a la información disponible al momento de contestar la encuesta, los agentes no creen que la inflación converja al rango meta (4%-6%) a pesar de que se espera que el ritmo inflacionario se reduzca en los próximos 18 meses. 

 

En suma, las expectativas de los agentes cumplen un rol relevante para el análisis de las perspectivas futuras y el diseño de políticas económicas. De allí la importancia del correcto relevamiento de las expectativas de empresarios y consumidores y su cuantificación, ya que constituyen un indicador que permite anticipar los cambios en el ciclo económico con algunos períodos de antelación.

 

En este sentido, conocer mejor el desempeño de las expectativas es relevante para el análisis de las perspectivas futuras y el diseño de políticas. Más allá de las predicciones de analistas como insumo para la política económica, entender los errores de estimación es una herramienta fundamental para entender posibles sesgos y reacciones a la incorporación de información. Adicionalmente el análisis de los errores y su comprensión implican un elemento crítico para los analistas para evaluar y mejorar su desempeño como predictores.

 Durante el último año el máximo de las estimaciones muestra mejor ajuste que la mediana, lo que posiblemente sería consecuencia de una mayor dificultad de predicción inflacionaria (antes shocks no esperados) o de un sesgo sistemático del conjunto de predictores de subvaluar la inflación. Además, las proyecciones de los analistas sobre el nivel de actividad mejoraron su desempeño durante el año 2011 respecto al año previo, a pesar de la ocurrencia de eventos atípicos de difícil cuantificación como el déficit hídrico y el cierre de la refinería de petróleo. La evolución del RECM parece indicar una correcta incorporación de la mayor información disponible a medida que se acerca el horizonte de predicción.

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