La reciente reversión en los flujos internacionales de capital ha provocado fuertes efectos en las economías emergentes. Tal es el caso de Brasil, donde de la presión de la “guerra de divisas” y la perdida de competitividad se pasó a los problemas de la salida masiva de capitales y las presiones a la depreciación del real. ¿Qué está ocurriendo con la balanza de pagos de Brasil y cómo impacta ello en su competitividad?
La balanza de pagos brasileña registró en junio de 2013 un saldo negativo de USD 1300 millones en junio (Tabla 1), resultado de un déficit de cuenta corriente de USD 4 mil millones y un superávit de la cuenta de capital de USD2800 millones. Lo más destacado fue el aumento del déficit de cuenta de rentas y servicios (18,0%) y la reducción observada en las inversiones en cartera de mediano y largo plazo (-24,1%) en el mes. A pesar de la fuerte superávit generados por la balanza comercial en junio (USD2300 millones), el saldo en cuenta corriente siguió siendo negativo debido al aumento registrado en el pago de intereses y utilidades y dividendos.
Con respecto a la cuenta de capital, la inversión extranjera directa registró un aumento de 23,2% en junio respecto al mismo mes del año pasado. Sin embargo, la reducción observada en los desembolsos de mediano y largo plazo (-24,1%), en relación con el mayor déficit generado por la amortización de mediano y largo plazo (de 7400 millones de dólares) causó una fuerte desaceleración en los ingresos por la cuenta de capital. En el acumulado de los últimos 12 meses, el déficit en cuenta corriente llegó a USD 72500 millones dólares, equivalente al 3,2% del PIB. La expectativa de que el Banco Central en relación con el déficit para el año es 3,22% del PIB, superior al registrado en los últimos 12 meses y algo menor al que se observó en 2012 (2,41% del PIB).
Tabla 1
Evolución de la balanza de pagos de Brasil
Fuente: FUNCEX
¿Cómo impactó está dinámica en la competividad externa? El índice de rentabilidad de las exportaciones de Brasil registró un aumento del 2,9% en junio respecto a mayo, determinada por el fuerte aumento de la tasa de cambio nominal que supuso el cambio de humor en las finanzas globales (7,4%) que más que compensó la reducción en los precios de exportación (-2,4%). Sin embargo, en comparación con junio del año pasado, el índice de competitividad sigue mostrando una disminución significativa (-5,0%). Recordemos que a mediados de 2012 el gobierno promovió la devaluación a través de la adopción de medidas restrictivas al ingreso de capitales extranjeros, lo que permitió un aumento significativo, aunque de corta duración, en la rentabilidad de las ventas al exterior.
Como se dijo más arriba, el reciente aumento de la rentabilidad de las empresas exportadoras se debe atribuir a la volatilidad en los mercados financieros internacionales generados por las declaraciones del titular del FED, anunciando el posible retiro de los masivos planes de estímulo monetario. De hecho, las expectativas de los agentes anticipan en el futuro cercano un aumento de la tasa de interés de EE.UU., lo que lleva a una salida de capitales extranjeros, de “regreso” a los bonos de Estados Unidos y como resultado de ello, una depreciación observada en las monedas de varios países, principalmente en los países emergentes.
Este movimiento también afectó el mercado cambiario de Brasil, provocando la suba de dólar. A diferencia de la devaluación de la moneda a mediados de 2012, cuando el gobierno brasileño incentivó la suba del tipo de cambio, el actual debilitamiento del real frente al dólar obedece a factores derivados de la escena internacional. El movimiento actual, que parece generar beneficios más duraderos en las exportaciones, contribuiría a la mejora de la balanza comercial. Sin embargo, hay un dilema de política macroeconómica porque el debilitamiento de real se produce en un momento en que el Banco Central de Brasil intenta combatir las presiones inflacionarias y el pass-through no ayudará al respecto.
¿Es esta mejora en la competitividad pareja a lo largo de los sectores? En junio, 24 de los 29 sectores CNAE reportó un incremento en el índice de rentabilidad con respecto al mes anterior, con incrementos notables observados en la Fabricación de prendas de vestir (13,4%), máquinas y equipamientos (8,6 %), equipos informáticos (7,9%) y productos de pulpa, papel y papel (7,5%). En el acumulado anual, sin embargo, la mayoría de los sectores registraron reducciones en la rentabilidad, donde destacan las caídas observadas en los sectores de productos de petróleo (-13,0%), productos químicos farmacéuticos (-11,6%), extracción de petróleo (-9 , 7%) y productos de metal (-8,0%).
Tabla 2
Indice de rentabilidad sectorial
Fuente: FUNCEX