A medida que pasa el tiempo y se avanza en la recuperación de la crisis global, emerge una simetría: así como la crisis fue sui generis, también lo está siendo la recuperación. Las noticias positivas se alternan con las negativas, problemas de corto plazo (como la estabilización de la demanda agregada) se mezclan con problemas de largo plazo (como la sustentabilidad de la deuda pública) y es difícil saber cuánto se rompió en la crisis y cuánto se arregló en lo que va de la recuperación. Hasta el momento, la lista de lo que no sabemos supera ampliamente a la de lo que sabemos. Sobre esta última, sin embargo, trata esta nota.
La primera enseñanza que nos dejó la crisis es que no existe desacople entre la dinámica de crecimiento de las economías avanzadas y de las emergentes. De hecho, la dispersión de las tasas de crecimiento a lo largo de los países se ha reducido en los últimos años, síntoma de la mayor sincronía en las dinámicas de crecimiento. Durante la crisis la dispersión no creció, mientras que los pronósticos del FMI (2010a) para el próximo quinquenio muestran una sincronización aún mayor (v. gráfico 1). Por supuesto, detrás de esto esta la lógica de Wolf (2010): por cada país exitoso siguiendo una estrategia de export-led growth (como China) debe existir uno o más dispuesto a crecer gastando de más, es decir, siguiendo una estrategia de external-debt-led growth (como Estados Unidos). Más allá de los rebalanceos en la riqueza mundial, lo cierto es que es impensable que los que venden crezcan cuando los que tienen que comprarle no lo hacen.
Gráfico 1. La dispersión del crecimiento mundial
Nota: la dispersión se calcula como el desvío estándar de la tasa de crecimiento a lo largo de los países de la muestra para cada año.
Fuente: Elaboración propia en base a datos y pronósticos del FMI
La segunda enseñanza es que el proceso de integración comercial global oscila entre los desbalances y la autarquía. Es que el aumento en la sincronía en los ciclos económicos de los últimos años que se observa en el gráfico 1 es explicada en buena medida por el fuerte proceso de integración comercial y financiera entre las economías desarrolladas y el mundo emergente. ¿Qué ocurrió en los meses post-crisis?
El gráfico (a) del panel 1 exhibe el nivel de exportaciones mundiales en dólares corrientes, desagregando entre las economías avanzadas y emergentes. Antes de la crisis el comercio crecía un 2,5% mensual. Como el colapso global también incluyó una fuerte caída en el comercio, las exportaciones netas se contrajeron un 6% mensual. En la recuperación el comercio volvió a expandirse, pero a tasas sensiblemente menores que en la dinámica de crecimiento anterior. A este ritmo, el nivel de comercio mundial pre-crisis se alcanzará recién hacia fines de 2011. No obstante, la trayectoria está marcada por la alta volatilidad, con subas y bajas constantes. Como mostramos en Albrieu (2010), la compresión de los desbalances durante la crisis se debió a una fuerte reducción de las importaciones de los deudores y desplome de las exportaciones en los países acreedores, dinámicas que comenzaron a revertirse durante la recuperación. La evidencia de junio, que se exhibe en el gráfico b, va en ese sentido. Además, el Renminbi, que se había apreciado con respecto al dólar un 14% entre junio de 2006 y junio de 2008, se mantuvo prácticamente constante de allí en más.
Panel 1. El comercio mundial y los desbalances globales
(a) Exportaciones mundiales en dólares corrientes
ene-2008 / jun-2010
(b) Balance de comercio en tres momentos del tiempo
Fuente: Elaboración propia en base a FMI, BEA y NBS de China
Otro punto que resalta del desempeño global es que las crisis son eventos de volatilidad que tienen efectos permanentes sobre el nivel de actividad. De hecho, 21 meses después del inicio de la crisis, aún no se han recuperado los niveles previos de producción industrial. Estados Unidos se encuentra relativamente cerca de dicho nivel, mientras que el Reino Unido se ubica un 6% por debajo del pico previo desde marzo de este año. La reciente discusión entre el staff del FMI y los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos (FMI 2010b) sobre si entre 2011 y 2015 la economía crecerá rápidamente para recuperar la senda previa de producto potencial, como cree la Office of Management and Budget, o bien se mantendrá en forma permanente por debajo de ella, como proyecta el staff del FMI, refleja hasta que punto la dinámica del PBI norteamericano (y la del mundo) es incierta.
Gráfico 2. ¿Todo igual? Pronósticos del PBI norteamericano
Fuente: FMI y OMB
Ello nos lleva a una cuestión más de fondo que representa un serio desafío para la teoría macro: la crisis mostró que las dinámicas de corto y largo plazo no son independientes; en cambio, shocks de demanda (típicamente signados como transitorios) pueden ser suficientemente profundos o persistentes como para afectar a la tendencia del crecimiento. En este contexto, la propia estimación del producto potencial ha entrado en terrenos inestables, como se discute en Chopra (2009). En el último Economic Outlook de la OECD (2010) se reconoce la pérdida de producto potencial debida a la crisis (del orden de 3% en promedio para los países de la OECD) al tiempo que se destaca el rol de las respuestas de política en amplificar o disminuir los efectos del evento (la crisis) sobre la tendencia (el producto potencial).
Lo sucedido en Estados Unidos y Europa también ha corroborado algunos principios de política macroeconómica que fueron aprendidos a la fuerza en las economías emergentes, pero que parecen relativamente nuevos en el mundo avanzado.
Con respecto a la política fiscal, resalta el rol que ha tomado luego de pasar décadas en segundo plano (Auerbach y Gale, 2009). La visión predominante antes de la crisis era que la política monetaria se encargaba de suavizar el ciclo, mientras que la política fiscal, a lo sumo, podía aportar los estabilizadores automáticos. Durante la crisis pasó exactamente lo contrario: la política fiscal tuvo un rol clave y buena parte de ello cayó por cuenta de acciones discrecionales. Además, pronto apareció el problema europeo: ante un evento excepcionalmente fuerte hay un trade off que administrar: estabilizar el nivel de actividad o mantener la deuda pública alejada del default?
En economías donde la gran moderación no sucedió, este trade off estuvo presente en forma recurrente en las últimas décadas. De hecho, en muchos casos la política fiscal debió moverse hacia la frugalidad en contextos de crisis, aún cuando el objetivo de estabilizar la demanda de corto plazo “pedía” exactamente lo contrario, debido a explosiones de la deuda pública1 . En suma, la crisis nos mostró que los objetivos de la política macro-fiscal van más allá de estabilización cíclica del nivel de actividad, sino que existe un conjunto amplio de funciones que dependen del patrón de volatilidad que experimente cada país. Además, la crisis nos alertó sobre los límites de la dicotomía entre automaticidad vs. discrecionalidad, en tanto muchas veces el componente que usualmente se asocia a la discrecionalidad contiene decisiones que se relacionan más con restricciones que enfrentan los hacedores de política (por ejemplo, de financiamiento si los capitales son procíclicos) que con sus elecciones.
Por último, también han aparecido lecciones para la política monetaria. Blanchard et al. (2010) es un ejemplo de la “nueva” visión de la política monetaria, que reconoce que los objetivos de política deben ir más allá de la estabilidad de precios. Las versiones más cercanas al consenso previo señalan la necesidad de implementar un régimen de metas de inflación que incorpore el precio de los activos financieros o la estabilidad del nivel de actividad (ver FMI, 2010c y Svensson, 2010, respectivamente). Otras versiones no tan cercanas al status quo destacan la experiencia exitosa en muchas economías emergentes en lo referido al resguardo de la competitividad y al manejo de los riesgos financieros (Prasad, 2010). Si embargo, lo cierto es que la crisis no ha logrado aún redefinir la visión sobre la política monetaria. En general, el objetivo de inflación sigue estando primero en la lista y todavía se discute si la estabilidad financiera debe ser competencia del banco central o no. El tema es que si las autoridades norteamericanas no conectan en un esquema único los desbalances globales, la anemia inversora norteamericana, los efectos de la tasa de interés sobre la toma de riesgos del sistema financiero y la opacidad del sistema financiero, el peligro de una futura crisis financiera seguirá existiendo.
Notas.
1En Albrieu y Cetrángolo (2010) mostramos que este fue el caso para Argentina en las crisis de 1982 y 2001.
Referencias.
Albrieu, R. (2010) “¿Se están rebalanceando los desbalances globales? Evidencia de la crisis y la recuperación” http://www.oered.org/index.php?option=com_content&view=article&id=107%3Aise-estan-rebalanceando-los-desbalances-globales-evidencia-de-la-crisis-y-la-recuperacion&catid=1%3Aarticulos&Itemid=3〈=es
Albrieu R. y O. Cetrángolo (2010), “Volatilidad Macroeconómica y Política Fiscal en Argentina”, mimeo, CEDES-CEPAL.
Auerbach A. y W. Gale (2009) "Activist Fiscal Policy to Stabilize Economic Activity", mimeo, http://www.econ.berkeley.edu/~auerbach/activistfiscal.pdf
Blanchard, O., Dell'Ariccia, G. y P. Mauro (2010), “Rethinking Macroeconomic Policy” IMF Staff Position Note 2010/03. http://www.imf.org/external/pubs/ft/spn/2010/spn1003.pdf
Chopra, A. (2009) “Potential Output: Worrying About What Cannot Be Observed” http://blog-imfdirect.imf.org/2009/08/13/potential-output-worrying-about-what-cannot-be-observed/
FMI (2010a) World Economic Outlook Update, Julio. http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2010/update/02/index.htm
FMI (2010b), “United States: 2010 Article IV Consultation-Staff Report; Staff Statement; and Public Information Notice on the Executive Board Discussion”. http://www.imf.org/external/pubs/ft/scr/2010/cr10249.pdf
FMI (2010c), “Central Banking Lessons from the Crisis” http://www.imf.org/external/np/pp/eng/2010/052710.pdf
OECD (2010), Economic Outlook Nro. 87. http://www.oecd.org/document/4/0,3343,en_2649_33733_20347538_1_1_1_1,00.html
Prasad, E. (2010), “After the Fall”, Finance & Development, June 2010, Volume 47, Number 2. http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2010/06/pdf/prasad.pdf
Svensson, L. (2010)“Inflation Targeting after the Financial Crisis” Conferencia “Challenges to Central Banking in the Context of Financial Crisis”, Mumbai, 12 de febrero de 2010. http://www.bis.org/review/r100216d.pdf
Wolf, M. (2010), Fixing Global Finance. Johns Hopkins University Press