Nuestro continente es muy rico en recursos naturales: tiene el 15% de las reservas mundiales de hierro, el 25% de las de estaño, bauxita, zinc y níquel, casi la mitad de las de cobre y plata, y entre el 60% y el 70% de las de litio (la base para las baterías que impulsan los celulares y los vehículos eléctricos), según el informe. Brasil es el segundo exportador de hierro y Chile el primero de cobre del mundo. Tenemos más del 20% de las reservas recuperables de petróleo, el 25% de las reservas de gas y más del 15% de las de petróleo no convencional.
Sin embargo, América Latina y el Caribe es la región más desigual del planeta. De acuerdo al Banco Mundial, cinco países del continente se encuentran en el top 10 de desigualdad de ingresos y 13 en el top 20.
De eso hablamos con Ramiro Albrieu, economista, profesor universitario e investigador asociado del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y de la Red Sudamericana de Economía Aplicada/Red Sur, para quien el panorama no es muy optimista.
"La maldición de los recursos naturales, un nombre muy guiado por lo que pasa en Africa, dice que los países muy dependientes de los recursos naturales tienen muchos conflictos distributivos y eso deriva en crisis y guerra civil. En America Latina no se llega hasta ese punto, pero hay muchos indicadores de esta maldición. Por ejemplo, hay pocos dispositivos que integren a las generaciones futuras en la participación en la renta. Los países de la región tienden a gastar buena parte de la renta cuando viene una bonanza", señaló Abrieu.