En el último reporte de las principales empresas elaborado por el Financial Times2 se observa un creciente protagonismo de las empresas provenientes de países emergentes [también denominadas multinacionales emergentes ó ETNEs]. Lo novedoso, o no tanto, es su establecimiento en los principales mercados, tanto como por la constante evolución tecnológica que muestran la mayoría de estas empresas.
La internacionalización de las empresas emergentes no resulta un fenómeno novedoso, ciertamente, pues el mismo se remonta a los años 60s-70s. Fue entonces cuando un grupo de empresas, principalmente latinoamericanas, decidieron internacionalizar sus operaciones. Dicho proceso de internacionalización beneficiaba a las empresas locales por diversos motivos. En los mercados a los que se dirigía sus productos podían fácilmente adaptarse a los gustos y costumbres de los clientes allí asentados. Al dirigirse a mercados protegidos y tecnológicamente rezagados tampoco desafiaba a su estrategia de imitación.
Sin embargo, fruto del deterioro evidenciado por las economías latinoamericanas en la década del ochenta el impulso inicial fue deteriorándose, y con ello el peso de sus empresas transnacionales. De a poco el espacio comienza a ser ocupado por un grupo de empresas Asiáticas, originalmente provenientes de Corea del Sur y Taiwán y, más recientemente, de China e India.
La irrupción de los nuevos líderes tecnológicos del Sur
A diferencia de lo observado en la primer ola de internacionalización, estas empresas muestran vocación global. Sin duda ello obedeció al modelo exportador aplicado en sus países de origen, el cual las llevó a enfrentar importantes desafíos tecnológicos. Pero la globalización de sus operaciones las obligaba a fortalecer, aún más, el proceso de innovación.
Pese a todo, un grupo de ETNEs latinoamericanas sigue manteniendo cierto protagonismo. El mismo se asocia a un reducido número de empresas provenientes del Brasil dedicadas a la explotación de los recursos naturales (PETROBRAS ó Vale) aunque también debería destacarse el caso, ciertamente emblemático, de la aeroespacial EMBRAER. Sin duda el Estado ha jugado un rol clave en la irrupción de estas empresas, particularmente con un protagonismo muy fuerte en aspectos del financiamiento. Independientemente del papel jugado por el Estado, las nuevas ETNEs intentan destacarse como líderes tecnológicos de su sector.
Dicho protagonismo puede rápidamente observarse analizando una serie de rankings globales de innovación. La mayoría de ellos destacan el espíritu innovador de las empresas surcoreanas, mostrando, en particular, el liderazgo tecnológico logrado por Samsung. Las empresas originarias de Taiwán muestran también un destacado interés por innovar y ganar nuevos mercados, en especial aquellas operando en la industria de equipamiento electrónico y hardware. Recientemente son las empresas Chinas las que muestran un creciente protagonismo innovador.
Un estudio británico de las 1.000 compañías innovadoras cubriendo 41 diferentes industrias, 83 firmas califican como originarias de países emergentes. La casi totalidad de las mismas provienen de Asia, ubicándose las provenientes de Corea del Sur entre las más innovadoras con tres de ellas calificadas entre las 100 primeras. El protagonismo de las empresas asiáticas también se evidencia en el estudio reciente por el Boston Consulting Group (BCG, 2012)3 así como en el informe anual que emite la revista de negocios Forbes4.
La cantidad de patentes que detenta una compañía a menudo se considera como un proxy al sesgo innovador la misma. Considerando las patentes otorgadas por la agencia reguladora estadounidense (USPTO)5, nuevamente aparece Samsung liderando la “carrera por patentes”. Pero también se observa importante nivel de actividad por parte del grupo taiwanés Foxconn Technology tanto como de la multinacional de origen Chino Huwaei. El interés por obtener patentes también alcanza a las universidades asiáticas, tales como la Surcoreana ETRI o la China Tinsghua.
Tabla1: patentes otorgadas en 2012
Source: USPTO – Patenting by Organizations (Utility Patents)
El retorno del Estado
Mucho ha influido, sin duda, el Estado en la irrupción de las EMNEs. Ciertamente, dicha intromisión no resulta novedosa, ni tampoco se halla restringida a la ayuda financiera que este generalmente brinda.
De cualquier modo, la internacionalización de las firmas chinas ha puesto el tema nuevamente en el tapete6. Comentarios similares surgieron en el pasado, cuando un grupo de empresas coreanas o taiwanesas irrumpían en los mercados internacionales. La presencia del Estado resulta menos relevante en el caso del Brasil aunque, ciertamente, nada desdeñable. Dejando de lado aspectos de financiamiento, en todos los casos se observa un mayor involucramiento del Estado en el planeamiento estratégico del avance tecnológico.
Ahora bien, aunque históricamente el Estado siempre ha tenido un papel relevante en el proceso de ascenso tecnológico. Pero los instrumentos han ido mutando con el tiempo. Muchos de los cambios tienen sus orígenes en las fuertes transformaciones institucionales que han ocurrido en los últimos 25 años. Los profundos cambios tecnológicos también han influido, sin duda. Independientemente de las causas, en los últimos años han surgido nuevas formas contractuales sobre las cuales el Estado tiene escaso control.
Pese a todo el Estado sigue jugando un rol preponderante en la generación de nuevas tecnologías tanto como en el proceso de aprendizaje y adaptación. Particularmente relevante ha devenido el papel del Estado como coordinador del sistema nacional de innovación (SNI). Y es en este aspecto que nuevamente surgen importantes diferencias entre lo observado en América Latina y Asia.
Una serie de indicadores pueden servir para analizar y comparar el nivel de avance en la materia. Para comenzar podría considerarse el nivel esfuerzo en generar stock de conocimiento que realiza cada país y que puede aproximarse a partir de observar el ratio de gastos en I+D sobre PBI. De forma suplementaria resulta interesante considerar el nivel de escolaridad y su evolución, particularmente los números de estudiantes de ingeniería y ciencias (número de estudiantes de grado y postgraduados, y cantidad de PhD), tanto como aproximarlo por el ratio de investigadores en I+D por millón de habitantes.
En la última década se observó un fenomenal incremento en inversiones en conocimiento, habiéndose incrementado el gasto en I+D más que el PBI global. El nivel de incremento en los países Asiáticos supero al observado entre los países desarrollados. Cabe destacar que es el sector privado el que mayoritariamente esta financiando el gasto en investigación en estos países, ha diferencia de lo observado en América Latina donde el gasto en I+D sigue siendo financiado mayoritariamente por el Estado. Independientemente de la composición, sin duda resulta paradigmático el fuerte aumento que observó el gasto en China7, logrando desplazar del segundo puesto a Japón en 2006.
Asia también muestra un fuerte avance a nivel educacional. Así al comparar la cantidad de candidatos a PhDs, con 28.349 estudiantes China lidera el grupo seguido por India (7.982), Brasil (5,470), Corea del Sur (3,716) y Taiwán (3,140)8. Lo anterior demuestra el constante avance de las economías emergentes hacia la sociedad del conocimiento. Pero los desafíos para las economías desarrolladas se incrementará aún más en los próximos años. Comparando indicadores PISA, la mayoría de los países del Sudeste Asiático sobrepasan los niveles alcanzados por los estudiantes norteamericanos9. Por último, podría enumerarse la cantidad de artículos científicos publicados en los últimos años como indicador del nivel de capacidad científico – tecnológica de un país. La mitad de los artículos científicos producidos en Asia en 2009 han sido realizados por científicos chinos, incluyendo un creciente protagonismo de estos en la ciencias químicas. La generación de conocimiento en ciencias médicas y biológicas, por su parte, muestra el creciente interés de Corea del Sur por ganar reputación en la generación de medicamentos y la atención de los problemas de salud. La producción científica en Brasil, por su parte, si ha incrementado notablemente, aunque resulta muy inferior a la generada en los distintos países del Asia.
Considerando las otorgadas a nivel local, la oficina de patentes China (SIPO) es la que presenta mayor nivel de actividad10. Cuando se comparan las patentes obtenidas internacionalmente, Corea del Sur es quien acredita mayor cantidad de patentes ante la USPTO (ver tabla a continuación) aunque China recobra protagonismo al considerar las presentaciones efectuadas ante la oficina internacional de patentes (PCT - WIPO).
Tabla 2: número de patentes promedio otorgado por regiones y países seleccionados
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