El comportamiento de los agentes económicos se ve determinado, en gran medida, por lo que estos esperan que suceda en el futuro. En particular, las decisiones de consumo e inversión estarán condicionadas, entre otras variables, por las perspectivas de desempeño individual y de la economía en su conjunto. En el presente artículo analizaremos las señales que brindan algunos de los indicadores de expectativas de empresarios, consumidores, y analistas sobre crecimiento e inflación, disponibles para la economía del Uruguay
A primera vista, un período extendido de términos de intercambio altos es decididamente una buena noticia. Sin embargo, los episodios de salto en los ingresos derivados de las exportaciones tradicionales generan dilemas de política difíciles de enfrentar. Nos referimos al riesgo de contraer la “enfermedad holandesa” (Corden 1984). El shock en cuestión mejora la rentabilidad relativa del sector tradicional de manera que puede implicar una reasignación de factores productivos que termine por dañar a otros sectores de la economía. Pero además, el exceso de divisas derivado del boom tiende a apreciar el tipo de cambio real y ello también afecta negativamente al sector transable no tradicional. La suba del colateral para tomar deuda externa aporta presiones adicionales a la apreciación, de manera que dos riesgos básicos emergen: el primero es que la concentración en el sector transable tradicional pueda ser insuficiente para incrementar la productividad agregada y/o lograr mejoras distributivas; el segundo, que la vulnerabilidad externa asociada al déficit de cuenta corriente termine en una crisis de balanza de pagos. ¿Es este un evento recurrente en América Latina? Eso veremos en el presente artículo.
María Belén Servín (CADEP)
¿Cuáles son los principales rubros de exportación industrial del Paraguay? y ¿Cuáles son las empresas que concentran la mayor parte de estas exportaciones? ¿Existe el mismo grado de concentración de empresas y de productos en todos los mercados de destino? Esta breve descripción del comportamiento de empresas exportadoras industriales del Paraguay permite responder estas preguntas, al mismo tiempo de servir de insumo a una discusión de política sobre las estrategias a adoptarse para aumentar el nivel de inversiones en industrias para la exportación.
La coyuntura ha estado dominada por dos hechos: las demostraciones populares del 8N y los cortes de energía que se produjeron un día antes, el “7N”, y que dejaron a cientos de miles de usuarios a oscuras. Si bien los eventos ocurridos el 7N y el 8N obedecieron a causas distintas, las autoridades lanzaron la hipótesis de que esos eventos probablemente no fueron independientes: expresaron la sospecha de que “alguien bajó la palanca”, dejando a parte de la ciudadanía sin luz, al sólo efecto de generar un clima propicio para las protestas del 8N. La tarea de echar luz sobre las causas de la oscuridad del 7N recayó sobre el juez Oyarbide. A pesar de que por obra del azar este juez tiene una gran carga de trabajo, es vital que la justicia llegué a conclusiones firmes de manera rápida. Para preservar la vida en democracia es necesario identificar y castigar a quienes estén dispuestos a recurrir al atentado como instrumento para lograr sus fines políticos.
En agosto de 2012 las exportaciones brasileñas se redujeron respecto al mismo mes de 2011, en paralelo con la reducción de las importaciones. Las proyecciones de FUNCEX dan cuenta para 2012 de una balanza comercial superavitaria en 16 mil millones de dólares, con exportaciones de 259 mil millones e importaciones de 243 mil millones.
Uno de los rasgos característicos de la crisis global actual es el regreso del proteccionismo en sus diversas formas. La World Trade Organization relevó que para agosto de 2009, 13 de los 20 países del G20 ya habían anunciado algún tipo de medida proteccionista. Economías pequeñas y abiertas como la uruguaya se vuelven muy vulnerables frente a un mundo “más cerrado”. Desde la dependencia del punto de vista comercial, pasando por la relevancia de la inversión extranjera directa y terminando por el peso de los depósitos de no residentes en el sistema financiero local, Uruguay depende de que el mundo quiera abrirse para crecer. En esta segunda nota nos ocupamos de los efectos del proteccionismo sobre la cuenta de capital.
La inflación ha estado ocupando un espacio protagónico en el último mes. Un primer disparador lo constituyó el hecho de que el FMI le fijara un plazo a la Argentina para mejorar la metodología que usa el INDEC. También influyó que varios actores sociales, entre los que se destacaron varios sindicatos oficialistas y no oficialistas, declararan no estar dispuestos a tomar en cuenta la inflación del INDEC a la hora de decidir sus reclamos. En este contexto, la protesta de la Gendarmería y la Prefectura agregó tensión y puso al desnudo cómo el conflicto distributivo y las negociaciones sobre salarios se dificultan en contextos inflacionarios. Nótese que, aún cuando se asumiera que el error en la liquidación fue totalmente involuntario, es mucho más probable equivocarse en montos de 30% o 50% cuando la inflación es alta. Desde el punto de vista del impacto en la opinión pública, no obstante, lo que más contribuyó a poner la inflación en el centro de la escena fue que la Presidenta de la Nación afirmara en la Universidad de Georgetown que si la inflación fuera del 25%, el país estallaría.
El panorama macroeconómico de la eurozona es cada vez más desolador. Los pronósticos de crecimiento son desalentadores y en muchos de sus miembros se tardará más de una década en volver al nivel de actividad previo a la crisis; de allí la semejanza con la “década perdida” latinoamericana y el malestar social que se palpita en Europa. Además de la dinámica en los países deficitarios y con niveles de endeudamiento del sector público elevados, en forma creciente el foco va apuntando hacia Alemania y cómo la política interna puede reducir los incentivos del país más grande de la región para cooperar regionalmente y puede de esta manera aumentar las presiones hacia la desintegración de la eurozona. Dos factores poderosos -y relacionados- hacen que para Alemania salvar a la Eurozona no sea un simplemente un tema de solidaridad, sino la opción más conveniente a sus propios intereses.
Un régimen económico se define, antes que nada, por su marco institucional; por las reglas de juego que establecen desde los derechos de propiedad hasta las políticas fiscales y la forma de inserción en la economía global. Si bien las reglas de juego por sí solas no generan riqueza, su papel en el crecimiento es clave porque influyen decisivamente sobre los incentivos y la coordinación de las actividades económicas. De aquí que, dos economías con recursos idénticos, pueden mostrar desempeños muy diferentes si la calidad de sus marcos institucionales difiere. Una complicación adicional es que, independientemente de su calidad, las reglas deben ser estables para hacer su trabajo. Si cambian muy seguido son poco creíbles y, por ende, ineficaces para modelar la conducta de agentes que, al decidir anticiparán, que las reglas pueden ser modificadas.
Uno de los rasgos característicos de la crisis global actual es el regreso del proteccionismo en sus diversas formas. La World Trade Organization relevó que para agosto de 2009, 13 de los 20 países del G20 ya habían anunciado algún tipo de medida proteccionista. Economías pequeñas y abiertas como la uruguaya se vuelven muy vulnerables frente a un mundo “más cerrado”. Desde la dependencia del punto de vista comercial, pasando por la relevancia de la inversión extranjera directa y terminando por el peso de los depósitos de no residentes en el sistema financiero local, Uruguay depende de que el mundo quiera abrirse para crecer. En esta nota nos ocupamos de los efectos del proteccionismo sobre la cuenta corriente.