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Uruguay: Diagnóstico de inflación y proyecciones (abril 2010)
2010

El dato de inflación de febrero muestra un comportamiento de los precios que se mantiene en la línea de los últimos meses, caracterizado por un incremento general moderado. Dicho crecimiento es impulsado principalmente por factores internos en la medida en que las presiones internacionales son reducidas.

El gobierno y la inflación: durmiendo con el enemigo
2010

La inflación sigue firme y no se vislumbra en el horizonte de corto plazo ningún factor de relevancia que pueda inducir una desaceleración significativa. Según los registros independientes, la inflación acumulada del tercer trimestre estaría cerca del 8%, lo que convertiría a este trimestre en el más inflacionario desde la crisis de la convertibilidad en 2002.  A pesar de esto, las autoridades persisten en negar el fenómeno. El ministro de economía sostiene que el aumento generalizado de precios no existe y que, a lo sumo, se registran ciertas tensiones (sic) generadas por cambios en los precios relativos. El intervenido INDEC, a su vez, continúa informando índices de precios que están muy lejos de reflejar lo que observan entidades y analistas independientes. Fundándose en esos índices el gobierno afirma no percibir la necesidad de encarar un programa anti-inflacionario. Es más, la presidenta dijo explícitamente que no está dispuesta a realizar un “ajuste” por tal motivo.

El escenario fiscal brasileño y la crisis financiera internacional: que viene sucediendo con las cuentas públicas?
2010

El año 2008 será recordado por la eclosión de la crisis financiera internacional que sacudió los mercados financieros y se esparció rápidamente por el mundo. La rápida desinflación de activos originada en el mercado sub-prime norteamericano desencadenó un proceso mismatch entre activos y pasivos en las instituciones financieras, que, debido a sus proporciones y a la crisis de confianza que sucedió, provocó la quiebra de diversas instituciones financieras en varias partes del mundo. Los gobiernos se apresuraron a movilizar recursos para dar sustentabilidad financiera a instituciones cuyo porte e importancia económica habrían podido agravar aún más la crisis financiera, generando así un mayor costo a los contribuyentes. Como se sabe, los efectos de la crisis que se originaron en el mercado financiero contagiaron a los demás mercados y afectó a la economía real: la crisis de confianza contrajo la liquidez, líneas de financiamiento fueron suspendidas, los consumidores revisaron sus decisiones de gasto y la producción y ventas cayeron.

Argentina: El espejismo de un equilibrio inflacionario al 30%
2010

El gobierno se prepara para una travesía en el desierto con problemas en el suministro de agua y sin contar con un buen mapa. La analogía se justifica porque de aquí al final del mandato el ejecutivo deberá transitar por un sendero en el que se verá presionado por fuertes demandas sectoriales, sociales y de su clientela política sin contar con suficiente poder político y recursos fiscales para arbitrar y ordenar esas demandas. De hecho, el gobierno venía ya transitando por el desierto, debido a que su caudal político se venía erosionando prácticamente sin pausa al menos desde el conflicto con el campo. Sin embargo, hasta ahora había logrado mantener un suministro razonable de agua. Había conseguido los recursos fiscales para financiar lo que fue su estrategia básica: aumentar el gasto público a los efectos de evitar un deterioro aún más acelerado de su poder político. Subiendo el gasto, las autoridades lograron satisfacer demandas de grupos políticamente afines (gobernadores; dirigentes sociales); evitar conflictos con sectores con alta capacidad de presión (ciertos gremios) o posponer ajustes de precios relativos (transporte, energía). Por supuesto, conseguir los recursos para financiar el aumento constante del gasto no fue sencillo e implicó costos políticos crecientes.

La política comercial común en el MERCOSUR y la práctica antidumping en Argentina 1997-2004
2010

A partir de 1995 el Acuerdo de Ouro Preto incorporó una serie de instrumentos orientados al perfeccionamiento de la unión aduanera, algunos ya anunciados en marzo de 1991 cuando se firmó el tratado de Asunción. Es decir, se trataba de libre comercio dentro de la región y una política comercial común con terceros países. Una Política comercial común se compone de varias partes, entre las que se destacan: un Arancel Externo Común y la Distribución de su recaudación, la Clasificación de mercancías y la Valoración en aduanas, la Concesión de preferencias a terceros países, y los Regímenes especiales e instrumentos comunes de Defensa comercial.

En la sección 2 se presentan los principales elementos de la transición hacia el Arancel Externo Común en el MERCOSUR y en Argentina, seguida en la sección 3 por una discusión respecto de las Instituciones de defensa comercial respectivas. En la sección 4 se presentan evidencias sobre la práctica del antidumping en Argentina. Luego en la sección 5 se realizan los comentarios finales.

La crisis internacional y la Argentina: ¿hay nuevas oportunidades para una mejor inserción del país en la economía global? El rol de la inversión extranjera directa y las cadenas globales de valor
2010

En las últimas décadas los países de América Latina (AL) han transitado por diferentes regímenes económicos y de inserción internacional, modificando sus patrones de desarrollo vinculados inicialmente a estrategias de crecimiento hacia adentro por regímenes orientados hacia la apertura económica y la integración regional. Esto se dio en paralelo con un fuerte incremento de los flujos internacionales de inversión extranjera directa (IED), en particular los dirigidos hacia México, Brasil, Argentina, Chile y más recientemente Uruguay.

Argentina: incertidumbre e inflación, los desafíos del 2010
2010

La incertidumbre ha vuelto a ser el rasgo más saliente de la coyuntura. Este hecho tiene su origen en dos factores centrales. El primer factor de generación de incertidumbre es la obstinada estrategia del gobierno de evitar la búsqueda de consensos con la oposición. Antes que los acuerdos en el Congreso, las autoridades privilegian las iniciativas unilaterales y buscan alianzas coyunturales con actores específicos. Esto es, el apoyo para cada medida particular se busca, primordialmente, en grupos cuyos intereses económicos o políticos son favorecidos por las medidas en cuestión. Estas alianzas se caracterizan por su heterogeneidad y su fragilidad. Son heterogéneas porque incluyen desde intendentes, gobernadores y sindicalistas hasta líderes sociales, crony capitalists e ideólogos. Son frágiles porque dependen de iniciativas específicas y quienes son hoy aliados para un tipo de medida pueden no serlo para otras. Por supuesto, el punto que interesa a nuestro análisis no es el de juzgar la validez de esta estrategia desde una perspectiva estrictamente política sino subrayar sus implicancias económicas. En este sentido hay dos aspectos que merecen destacarse. Por un lado, se trata de una estrategia que es intensiva en el uso de recursos públicos y, por ende, hace poco creíble que el gobierno vaya a mantener bajo control un déficit fiscal que ha estado aumentando fuertemente durante el último año por las mismas razones que siguen vigentes: la necesidad de atender demandas de diferentes aliados políticos. Por otro lado, como las alianzas son frágiles y cambiantes e involucran actores con intereses muy disímiles, es muy difícil formar expectativas sobre cuáles serán los programas de trabajo que el gobierno privilegiará en el mediano plazo. Un ejemplo: el ritmo de inversión en obra pública suele depender de manera significativa de la jurisdicción política en que tal inversión se realiza. 

La inversión en el sector de agroalimentos: ¿Una alternativa de inserción al mundo ?*
2010
La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) dedica su Informe Mundial de Inversión 2009 a la agricultura. La inversión extranjera en este estratégico sector ofrece oportunidades y también desafíos para las economías de muchos países en desarrollo, especialmente en el Mercosur.    
Cambio y Continuidad en las Relaciones Económicas de la Argentina con Brasil (3era parte)
2010

4. Brasil y la Argentina: el futuro en un nuevo contexto

Los factores que condicionan las perspectivas dominantes sobre Brasil en la Argentina no se relacionan sólo con el vínculo que existe entre ambas economías sino, también, con el contexto internacional más amplio. Si bien el contexto global ha cambiado de manera muy importante en los últimos años, no se ha alterado una premisa fundamental: el vínculo con Brasil seguirá siendo fundamental para la Argentina en el futuro. Si algo ha cambiado en estos últimos veinte años es que ese vínculo se ha hecho más relevante y complejo. Por estas mismas razones, demanda una visión estratégica orientada a aprovechar oportunidades y minimizar riesgos. Las tendencias de los últimos años han cristalizado una dinámica en la que los elementos de complementariedad y cooperación de suma positiva en la relación con Brasil fueron eclipsados por una visión defensiva que, dada las trayectorias comparadas, agrava las asimetrías e instala una agenda concentrada en la administración cotidiana de conflictos relativamente menores. Para modificar este foco es necesario identificar los recursos que puede explotar la Argentina en su relación con Brasil, especialmente por su papel potencial como espacio fundamental para una inserción más exitosa de Brasil en el mundo.

Cambio y Continuidad en las Relaciones Económicas de la Argentina con Brasil (2da parte)
2010

3. Cambio y continuidad en las relaciones económicas de la Argentina con Brasil

Desde el punto de vista de la Argentina, en las últimas dos décadas y media las relaciones económicas bilaterales pueden ordenarse en torno a tres períodos que muestran distintas combinaciones de los condicionantes políticos y económicos identificados en la sección anterior. Estos tres períodos muestran elementos de continuidad y cambio en las percepciones dominantes y pueden resumirse del siguiente modo: a) el período de aproximación bilateral y democratización de la segunda mitad de los ochenta , b) el período de apertura y expansión sostenida del comercio hasta fines de los noventa, y c) el período de crisis, recuperación y “reindustrialización” argentina. En lo que sigue se analiza brevemente las características de cada uno y la combinación de condicionantes que dio forma a las percepciones dominantes y a su evolución.

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